lunes, 20 de febrero de 2012

Ese niño de la calle...



Descalzo camina sin rumbo.   Pasan las horas, los días, los meses sin saber el por qué de su existencia.   Nació hace 11 años y hace 5 que vive en la calle.   Se llama Pedro, pero le daría lo mismo llamarse Juan o José.   Prefirió vivir en la calle que vivir en aquel lugar donde vivían los que decían ser su mamá y su papá. 
Los recuerdos de ese lugar son imborrables y a veces le asaltan por la noche en forma de pesadillas.   El que decía ser su papá era un alcohólico que se pasaba más tiempo en la cantina que con él.  Para él mejor porque siempre que llegaba a casa lo primero que hacia era pegarle.  A veces le dejaba densas marcas en su cuerpo frágil que le duraban días.  Apenas se recuperaba de una paliza cuando ya venía una segunda y más marcas en el cuerpo y en el alma.   

Su madre era un angel y un diablo a la vez.  Habían días que lo quería y le daba abrazos y besos.  Otros que no lo quería y le pegaba y gritaba tanto como papá.  

El día que decidió marcharse fue porque casi pierde la vida.   Papá y mamá habían tenido una pelea y papá le había - como siempre lo hacía- pedido a mamá perdón y prometido no volverlo a hacer.  Para demostrarle lo arrepentido que estaba la invitó a salir.  Dejaron a Pedro solo  y encerrado en su casa de una habitación sin más juguetes que los muebles.   No tenían televisor y el radio estaba fuera del alcance para sus pequeñas manos.  Así que se acompañó de su soledad y de los pedazos de papel o vasos plásticos que le servían para jugar.

Pasaron las horas y Pedro estaba hambriento sin nada para comer.  El retrete quedaba afuera de la habitación así que tuvo que utilizar una de las ollas de la cocina para poder descargar sus necesidades.  Al cabo de 24 horas empezó a pedir ayuda para ver si algún vecino se apiadaba y lo sacaba de su encierro pero nadie lo hizo.   La casa era de lámina y madera, hacía calor y sin agua para beber empezó a deshidratarse.  

Cuando papá y mamá llegaron dos días después venían los dos alcoholizados y al verlo que había descargado sus necesidades en una olla le pegaron entre los dos.   Quedó inconciente y mal herido.  Cuando mamá despertó de dormir horas después se encontró a Pedro moribundo.   Por piedad lo llevó al hospital nacional.  Pasó tres semanas recuperándose.   Ni la que se llamaba mamá ni papá llegaron a verlo una sola vez. 

Al escuchar a los doctores decir que tenían que hablar con las autoridades para que se lo llevaran a un orfanatorio, él sin saber qué significaba eso, decidió escaparse.  Creía que si lo llevaban al orfanatorio había otra razón para que mamá y papá le pegaran. No quería que ellos le pegaran más.  No quería tener que pasar hambre y sed en una habitación encerrado otra vez.

Salió del hospital sin ver para atrás.  Aprendió a pedir limosna en menos de lo que canta un gallo gracias al innato instinto de sobrevivencia.   Encontró debajo de los puentes y cornisas otros niños solitarios como él y la desgracia y desdicha de vivir de esa manera los hizo unirse para sobrellevar las penas del alma.

Después de 5 años de vivir en la calle le daba igual si era de día o de noche.   La lluvia ya no le molestaba, ni el frío, ni el constante rugir de su estómago.   Aprendió a ser una sombra, un parásito, alguien invisible para todos los seres que estaban mejores vestidos, limpios y que a veces le tiraban monedas por lástima o para quitárselo de encima.

Su mejor colchón era la acera.  Buscaba esperanzas entre la basura que los hombres bien vestidos desechaban.  Se estaba mejor así que con papá y sin mamá.  Algunos de sus amigos han cambiado el pegamento por el alcohol y a él ya no le importa.  Pero que no se metan con él porque entonces no responde.  Saca al demonio que lleva adentro.  Saca sus frustraciones y sus desdichas y sus anhelos y sus ganas de tener una vida normal.

Aprendió las alimañas de robar con tanta exactitud como se aprende la labor de la carpintería.  Aprendió a no pensar, a viajar para no sentir el dolor con un pegamento para zapatos que podía comprar por muy pocas monedas  fácilmente en cualquier lugar.

Y con los ojos rojos,  su mente en otro mundo,  vestido con harapos, sucio, maloliente, con sus compañeros de desgracia, descalzo,  con hambre, sin destino, rumbo o final, sigue  en esos rincones de la calle ajeno del mundo y el mundo ajeno a él.  Parece una aparición fantasmal a la que nadie puede ver.   Un error de Dios en la creación de la humanidad.


Inspirado en la canción Como un Duende de Alux Nahual  

 

martes, 14 de febrero de 2012

Jimena

Jimena era la típica chica de barrio callada, recatada, obediente a sus padres.  Era la única hija de los Sánchez así que la habían sobreprotegido toda su vida.  Le habían dicho qué hacer y qué no hacer y habían decidido lo mejor para su futuro.  El señor Sánchez tenía una abarrotería muy cerca de la casa.  Estaba decidido que cuando Jimena terminara los estudios de Administración tomaría las riendas de la abarrotería. 

Jimena aceptaba su destino calladamente aunque le hubiera gustado haber estudiado Arquitectura.  Tenía una obsesión por los detalles arquitectónicos que, cuando el tiempo se lo permitía, admiraba en cada edificio que veía en la ciudad y en libros de Arquitectura que encontraba en la Biblioteca donde estudiaba. 

También le hubiera gustado no vestirse como se vestía.  Su madre la acompañaba a comprar ropa y elegía por ella.  Así que Jimena en lugar de verse como una chica de veinticuatro años se veía como una señora de cuarenta por los trajes tan sobrios y fuera de moda.   Ella vivía con sus padres y eso también la agobiaba.  Hubiera preferido tener su propio apartamento pero cada vez que tocaba el tema su madre se encargada de hablarle y convencerla de que no lo hiciera.

Ella sabía que su madre la dominaba mucho pero no sabía como evitarlo.   También sabía que su madre la chantajeaba sentimentalmente porque cuando estaba decidida a dejar su casa, su madre se hacía la enferma con hiperventilación y desmayos hasta que Jimena le prometiera que no se iba a mudar.  En cuanto Jimena se lo prometía su madre, como por arte de magia, se recuperaba de un solo golpe.  Su madre le decía que quería hacer de ella una chica de bien, que todos la admiraran y que cuando encontrara un hombre digno de ella se casara por lo grande y viviera cerca de sus padres.  Jimena se preguntaba como podía hacer eso si al mínimo intento de querer salir con alguien o de querer tener un poco de opinión y determinación para hacer las cosas,  su madre se escandalizaba y con alimañas y engaños lograba dominarla.

La salud de su padre se había complicado a finales del año pasado a raíz de una Apoplejía,  así que ella tuvo que cambiar el horario de estudios y encargarse de la abarrotería mientras seguía estudiando por las noches.

Un día en que Jimena estaba con mucho stress, desganada, infeliz,  tratando de terminar la tarea mientras atendía la abarrotería sucedió algo que le cambió la vida.   Casi a la hora del almuerzo entró un muchacho a la abarrotería que para muchos sería de aspecto normal pero a Jimena le llamó la atención porque no era conocido del lugar.  Llevaba una chaqueta de cuero, camisa blanca, jeans rotos, zapatos tenis y un gorro para ocultar su enmarañado cabello.  

Al él acercarse a la caja para pagar las cosas sus ojos se encontraron.    El le sonrió y le dijo que no sabía que una chica tan bonita atendiera una abarrotería.  En los siguientes días él se presentaba a la abarrotería y le decía nuevas cosas: “Me llamo Leonel ¿ y tú?” , “Me gustan tus ojos” , “Me encanta cuando te sonrojas”.

Jimena no podía describir lo que sentía cada vez que lo veía pero era una felicidad incontrolable.  Cuando él entraba a la abarrotería sentía un alboroto en el estómago y su corazón se aceleraba de una manera alarmante.  Sus manos se ponían sudorosas y procuraba no sonrojarse pero siempre le traicionaban sus emociones.

Pensaba en él día y noche y decidió que iba a comprar mejores ropas a escondidas de su madre.  La ropa la mantenía en la parte detrás de la abarrotería así que cuando ella salía de casa, salía con la ropa que a su madre le gustaba para cambiarse inmediatamente en la abarrotería.  Su madre nunca iba por ahí así que no temía que la fuera a ver.  Se compró maquillaje y se soltaba el cabello y así mejoraba su imagen considerablemente.

Un día Leonel le invitó a salir.  Ella nerviosa no sabía que hacer pero aceptó la invitación.  Le dijo a su mamá que a la siguiente noche iba a estudiar a la biblioteca pero en verdad iba a encontrarse con Leonel.

Pasaron una noche estupenda comiendo en un restaurante Italiano que Leonel conocía.  Las coincidencias de la vida hicieron que Jimena se enterara esa noche que la profesión de Leonel era la arquitectura.  Él tenía 26 años y estaba empezando a trabajar como arquitecto.  Jimena se sorprendía así misma de la espontaneidad con la que sus palabras fluían frente a Leonel.   Se sentía relajada, se sentía dueña de si misma, sentía esa libertad que siempre había anhelado para hablar sobre sus pensamientos profundos y ambiciones secretas.

Ella le pidió a Leonel que la dejara en la abarrotería para que él no la acompañara a casa.  Él le dijo que era una chica interesante y tiernamente la tomó de las manos y la beso suavemente en los  temblorosos labios. 
 
¿Cómo explicar ese sentimiento nuevo y profundo en Jimena?  Cuando llegó a la casa su madre sospechó casi inmediatamente que había algo extraño en ella.  Trató de sacarle la verdad con preguntas pero no logró nada.   Jimena sonreía al vacío sin explicación alguna.  

Leonel y Jimena se siguieron viendo a escondidas.   Ella tuvo que confesarle las restricciones de su madre y por qué él no la podía acompañar a casa.  Después de dos meses de salir a escondidas, Leonel le dijo que no podía más, que ambos eran adultos y tenían que enfrentar las cosas con madurez.   Decidieron que ella lo iba a presentar en una semana y mientras tanto iba a preparar a su madre para ello con palabras.

Esa misma noche Jimena le contó a su madre que un chico había ido a vivir al vecindario y que llegaba a la abarrotería seguido, que su nombre era Leonel.   A la madre de Jimena se le encendió en ese momento la alarma cuál emergencia en el hospital  y le dijo que las vecinas habían dicho que ese chico se estaba divorciando y por eso se había ido a vivir al vecindario.  Que al parecer le pegaba a la esposa y era un hombre complicado.

Mientras más intentara Jimena decirle que lo del divorcio era mentira y que él era un buen muchacho más se empeñaba su madre en decir que el chico era de la peor calaña y que se cuidara de él.  Jimena no podía creer que su madre no le daba ni una oportunidad para contarle lo fantástico que era él y lo feliz que era ella a su lado.   

¿Cómo rebatir los señalamientos de su madre y lograr su permiso para salir con Leonel?

Al siguiente día sucedió algo inesperado para Jimena. Su madre se había levantado antes que ella y cuando Jimena estaba lista para ir a la abarrotería su madre le dijo que ese día ella se encargaba de la abarrotería y Jimena de su padre.   Por más que le imploró Jimena sobre dicho arreglo su madre, firme, la dejó en la casa a que cuidase a su padre que necesitaba ayuda para comer,  bañarse, vestirse y sentarse en la silla de ruedas.  

Con lágrimas en los ojos Jimena cuidó de su padre y al tener un rato libre quiso telefonear a Leonel solo para darse cuenta que su madre lo había escondido.   Esa noche que Jimena dijo tener clases su madre le prohibió salir.  Llevó toda la ropa bonita que Jimena tenía en la abarrotería y con una tijera la cortó en pedacitos. 

Jimena no podía creer tanta crueldad.  Jimena lloraba su desdicha pero al mismo tiempo crecía en ella las ganas de ser ella misma y luchar por lo que quería.

Después de estar en este encierro brutal por cuatro días Leonel se presentó a la casa.   Al Jimena explicarle todo (y aunque no estaba encerrada con llave no podía salir de la casa para no dejar solo a su padre), Leonel decidió quedarse y esperar el regreso de la madre para confrontarla los dos.

Como faltaban un par de horas para que su madre saliera de la abarrotería, Leonel se encargó de darle de comer a su padre y aunque éste no lo escuchara, comprendiera o pudiera responderle decidió contarle lo que amaba a su hija y lo feliz que quería hacerla.  Jimena reía de ver lo que Leonel hacía y le hubiera gustado que su padre estuviera mejor para conocerlo.  Su padre siempre terminaba comprendiendo los argumentos de Jimena y sabía que él no se hubiera opuesto a la relación con Leonel.

Cuando la madre de Jimena llegó de la abarrotería y encontró a Leonel en su casa se enfureció e inmediatamente lo echó sin querer darle la oportunidad para hablar.  Jimena se opuso a que él saliera de casa y por primera vez se confrontó a su madre poniéndose frente a la puerta de salida evitando que él saliera.  La madre gritaba a diestra y a siniestra mientras Jimena luchaba por sus derechos y Leonel intentaba calmar los ánimos inútilmente.

En un momento se escuchó el ruido de algo quebrándose y cuando voltearon a ver se dieron cuenta que el padre de Jimena había alzado el brazo y botado la jarra de agua que se encontraba sobre la mesa.   Por la gravedad de la Apoplejía ese movimiento había sido imposible en otras circunstancias.  Se veía que hacía un gran esfuerzo por hablar pero solo atinó a decir:  “Le-on-el si”.

Todos sorprendidos del milagro volvieron a escuchar:  “Si, si, si Le-on-el si”.

La madre de Jimena rompió a llorar y comprendió inmediatamente lo que su marido quería decir.  Él aprobaba a Leonel para su hija.   Ella confesó en ese momento que no quería que su hija estuviera con alguien por miedo a que la dejase sola y se olvidase de ella para siempre.  

Al comprobar que no eran ni las intenciones de su hija ni de Leonel ella les dio el visto bueno.

El padre de Jimena se ha recuperado mucho desde ese incidente y aunque no habla coherente todavía hace el mayor esfuerzo para rehabilitarse.   Jimena cambió de carrera y está estudiando Arquitectura.  Aunque su madre no aprobó el cambio lo aceptó para evitar seguir siendo egoísta.

Jimena le insistió a su madre que le comprase de nuevo la ropa que le cortó en pedacitos.  Y aunque su madre no la acompañó por lo menos le dio el dinero para que lo hiciera. 

Jimena a partir de ese día tomó las riendas de su vida y logró ser ella misma dentro y fuera de su casa.  Con o sin Leonel, ella sabía que nadie le podía quitar ahora su personalidad, su libertad de pensamientos y su capacidad para realizar sus sueños.


Mensaje de Kutz:  ¡Feliz Día de San Valentín a todos mis lectores!

miércoles, 8 de febrero de 2012

¡Aniversario de los Cuentos de Kutz!



Hoy hace un año Kutz empezó a contar sus cuentos.   He de decir que no fue un camino fácil llegar a hacerlo ya que Kutz es tímida (en lo que concierne a sus escritos).  Kutz escribía al mar, Kutz escribía a los amores perdidos y actuales, Kutz escribía a amigos, pero no sé atrevía a escribirle al mundo aunque siempre tuvo el deseo de hacerlo. 

Pero gracias al apoyo de amigos y familiares que le decían:  Kutz, escribes bien, por qué no publicas tus escritos?  Hizo que Kutz saliera de su escondite y publicara su primer escrito el 8 de febrero del 2011 en el blog “Los Cuentos de Kutz”.

El primer escrito de Kutz que causó conmoción fue Mi Abuela Marta que habla de la historia de amor de una abuela.   Los lectores de Kutz creyeron que se trataba de la abuela de Kutz pero no fue así.   Es una historia preciosa de amor como solía suceder en la época de nuestras abuelas.

Algo que causo sensación es que el 13 de febrero, un día antes del día del amor y amistad, Kutz publica un cuento con el nombre El Amor no es como en los Cuentos de Hadas lo contrario a lo que cualquier otra persona pudiera haber publicado un día antes de esa fecha tan especial.

Después de estas dos historias ya se sabía que Kutz iba a ofrecer algo diferente con sus escritos...

Kutz soy yo y me encanta escribir y complacer a mis lectores.  Algunos de mis escritos son historias que me han contado y me han pedido que plasme en mis escritos pero solo la persona que me lo pidió y yo sabemos al respecto.  Algunos otros son de mi imaginación, otras son vivencias mías.  Nunca revelaré cuál es cuál (con algunas excepciones) así que dejaré que tú como lector lo adivines.

Quiero agradecerte a ti que me lees por tu apoyo, por seguir leyéndome y por tus comentarios.  Me gusta saber qué te gusta y qué no, me gusta que mis escritos te conmuevan,  que te llenen o que te dejen en qué pensar.  Algunas veces me has dicho que te sientes identificado con alguno de ellos y eso me agrada porque quiere decir que estoy haciendo bien mi trabajo.  Así que gracias a tí, seguiré escribiendo.

Hasta el día de hoy, oficialmente, tengo 11,135 páginas vistas.  57 lectores en Facebook,  43 lectores por email y RSS, 18 por Google Friend Connect , 11 por Networkerdblogs , 44 lectores en Twitter y los lectores que vienen de vez en vez.   ¡Muchas gracias a todos ustedes por su apoyo!

Recorramos el año juntos con mis escritos favoritos y lo que pienso de ellos:

El Amor no es como en los Cuentos de Hadas publicada el 13 de febrero de 2011.  Esta historia la escribí para alguien muy especial que compartió conmigo por muy poco tiempo pero dejó una huella muy profunda en mi vida.

No Puedo Decirte Adiós   publicada el 21 de marzo de 2011.  Esta historia me gusta porque no le puse final y deja a mis lectores con ganas de saber que pasa después.



El Sacrificio de Milena publicada el 28 de marzo de 2011.  Me gusta porque describe la profundidad de pensamientos y sentimientos de una persona que no puede hacer nada por cambiar lo que siente y vive. 

Pensamientos de un Cincuentón publicada el 11 de abril de 2011.   Me gusta porque fue el primer escrito que hice haciéndome pasar como hombre y no solo eso sino que un hombre mayor.  A mis lectores varoniles les encantó la historia y algunos de ellos se sintieron identificados con ella.

Diecinueve Años  publicada el 18 de abril del 2011. Esta es una de las pocas historias que voy a revelar que es de mi vivencia personal.  De verdad iba a suceder en ese momento y estos eran mis pensamientos antes de que sucediera. 

La Leyenda del Xocomil   publicada el 25 de abril de 2011.  Esta historia fue totalmente de mi invención y nunca pensé que llegara a ser tan popular.  Hasta el momento ha sido vista 530 veces.  Fue la primera historia que escribí con respecto a mi país, Guatemala.



Para Decirte Adiós publicada el 3 de mayo de 2011.   Esta carta tiene mucho sentimiento y es muy triste. Me gusta porque es sencilla pero dice mucho en pocas líneas.

Miguel publicada el 6 de junio de 2011.  Esta fue otra vivencia personal.  Trata sobre la homosexualidad y cuando no sabes mucho del tema reaccionas ante la revelación de un amigo tuyo que es homosexual.  Hasta ahora no sé si Miguel sigue vivo o no pero creo que está muerto.  Lo extraño profundamente.

Garífuna de Corazón publicada el 18 de julio de 2011  Esta historia es verdadera en el ayer, hoy y siempre.  Si quieres saber que es ser Garífuna, esta historia lo explica de una manera singular.   Cada vez que leo esta historia me dan ganas locas de regresar a Livingston y empaparme de nuevo de la cultura Garífuna.

Las Mujeres también nos Masturbamos publicada el 2 de agosto de 2011. Fue la única historia que publiqué en agosto y cuando la escribí lo hice porque acababa de tener una experiencia con la mente cerrada que tenemos en nuestra cultura Latina.  Hace 11 años que salí de Latinoamérica y me parece sorprendente que todavía las mujeres no puedan expresarse ni hablar sobre el sexo.  Esta historia ha sido vista 635 veces.

Yo Amo a dos Hombres publicada el 5 de septiembre de 2011.  Esta historia me gusta porque habla de algo que es tan cierto como respirar:  Si se puede amar a dos personas al mismo tiempo.  De distinta manera pero si se puede. 


El Candidato Presidencial 19 de septiembre de 2011.  Esta historia fue inspirada en las votaciones para la Presidencia de Guatemala que se dieron en septiembre.  Es tan cierta no solo en Guatemala sino que en toda Latinoamérica.



Las Mujeres también tienen sueños húmedos  publicada el 10 de octubre de 2011.  Este escrito no es que sea mi favorito pero también es una rebelión en contra de la censura de las mujeres al no poder hablar de sexo.    Este escrito ha sido visto 327 veces.



Homenaje a Gustavo Cerati publicado el 24 de octubre de 2011.  Este escrito lo hice inspirada en Gustavo Cerati que es mi cantante favorito.  Está en coma desde hace un año y 9 meses.  Lo extraño, y no solo yo lo hago.  Este es mi escrito más popular ya que ha sido visto 1,730 veces (y sigue subiendo día a día).



La Peor Soledad  publicado el 7 de noviembre de 2011.  Este escrito fue hecho a través de observaciones, historias y vivencias.  Es una realidad tan grande de la cual casi nadie habla.  Me gusta porque es muy profundo.

La Violencia Intrafamiliar en Guatemala publicada el 6 de diciembre de 2011.  Esta historia fue inspirada en hechos reales y en cosas que suceden en mi país -Guatemala - a diario.  La escribí para todos esos niños maltratados que no tienen voz ni voto y que no pueden expresar lo que sienten.   Les mando mi cariño y que sepan que no están solos.



Juan publicada el 13 de diciembre de 2011.  Esta historia está basada en hechos reales.  Si conocí a Juan y a su hermano.  El final es de imaginación.  Nunca volví a ver a Juan después de haberlo visto de camarero.  Espero que haya logrado sus sueños.  Esta historia ha sido vista 327 veces.

Mi Navidad en Holanda  publicado el 5 de enero de 2012.  Una historia que cuenta la diferencia cultural entre las tradiciones holandesas y guatemaltecas de como se celebra la Navidad.  Me gusta porque plasma la algarabía y desorden de la cultura latina así como la seriedad y la organización de la cultura holandesa.

La Gordura publicada el 16 de enero de 2012.   Esta historia es la realidad de muchos hombres y mujeres del mundo.  Es un tema muy extenso pero lo publiqué porque creo que ahora la manera que discriminamos a la gente gorda está llegando a extremos alarmantes.  Tenemos que aceptarnos los unos a los otros como somos y no por unos kilos de más o de menos.

Y para terminar acá les dejo el video de la entrevista que me hizo la revista Círculo Dilecto  (en la que espero publicar muy pronto):




Esto ha sido nuestro año en pocas historias.  Seguiré escribiendo, causando controversia y diciendo lo que pienso.  El cielo es mi límite.  Gracias a todos.  Los quiero!

KUTZ