miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Sinterklaas o Santa Claus?




Vine a vivir a Holanda un día de Abril del 2001.  Disfruté de los primeros días de primavera conociendo los vastos campos de tulipanes y dando paseos en bicicleta por los molinos del norte. Disfruté de los calurosos días de verano en las playas, parques y terrazas.  Pero al asomarse el otoño, yo estaba al borde de un ataque de nervios.  Por más que usara gorra, chaqueta, bufanda y guantes, el frío calaba hasta los huesos. Mi novio me dijo que el frío que había sentido hasta ese momento no era nada.  Que ni siquiera habíamos entrado en el invierno ya que oficialmente el invierno empieza el 21 de diciembre. 

Ocupada en el conflicto sicológico de imaginarme con los pies, las manos y la nariz más fríos todavía mi novio me dice: “Oye ¡vamos a ver a Sinterklaas! Hoy viene a la ciudad.”  Yo le contesté:  “ ¿Sinter…qué?”

Habiendo crecido con el viejo barbudo y panzón vestido de rojo conocido como Santa Claus,  quien llegaba a mi casa cuando dormía en un trineo jalado por renos y del cuál recibía muchos regalos que dejaba debajo del árbol de Navidad. Conocer a Sinterklaas fue más traumático que enfrentarme a la idea de que se venían meses más fríos.

Empecé una exhausta investigación sobre las diferencias entre Santa Claus y Sinterklaas para medirlos y compararlos. 

Esto fue lo que encontré:

Preguntas
Sinterklaas
Santa Claus
Nombres conocidos
Sinterklaas, San Nicolás, El Buen Hombre Santo
Santa Claus, San Nicolás, El Padre de la Navidad, Santa, Papá Noel
¿De dónde viene?
 De un pueblo de España
Del Polo Norte
¿Cuando viene?
El 11 de noviembre pero el día formal es el 5 de diciembre
El 24 de diciembre por la noche (en algunos países llega desde mediados de noviembre)
¿En qué se moviliza?
En barco cuando viene de España y en caballo cuando está visitando Holanda, Bélgica y Luxemburgo
En un trineo jalado por renos que vuela
¿Cómo se viste?
Túnica blanca, capa y sombrero rojos parecidos a los de un obispo de iglesia católica (el sombrero tiene una cruz al frente) y trae una vara
botas, pantalón, chaqueta y gorra predominantemente rojo (con blanco) con un cinturón negro, trae un costal con regalos al hombro
¿Con quién viene?
Con los Zwarte Pieten (Pedros Negros) que son negros y visten de bufones
Con sus renos (se sabe que Mama Claus se queda en casa esperando su regreso)
¿Que hace?
Desde mediados de noviembre ayudado por los Zwarte Pieten, va dejando regalitos en los zapatos de los niños con notitas .  El 5 de diciembre es cuando da "el gran regalo" 
En algunos países desde mediados de noviembre va dejando regalitos en unas medias que se cuelgan cerca de la chimenea o cualquier otro lugar.  El 24 de diciembre deja regalos debajo del árbol de Navidad

De tal investigación aprendí que tanto Santa Claus como Sinterklaas eran personajes inventados de alguien que existió realmente.  Nicolás nació en Patara, Turquía en el año 280 y se convirtió en obispo de Myra en Lycia, una provincia de la Anatolia Bizantina ahora mejor conocida como Turquía.  Nicolás fue famoso por sus regalos generosos a la gente pobre (sobretodo a niños) y por una historia en particular:  un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria. Al carecer de la dote, las muchachas estaban condenadas a ser prostitutas. Al llegar a la edad de casarse, Nicolás le entregó a cada una de ellas una bolsa llena de monedas de oro.  La manera de entregárselas tenía que ser en secreto porque él era un obispo, así que entró por una ventana y puso la bolsa con monedas de oro en cada uno de los zapatos de las chicas que colgaban de la chimenea para secarlos.

De Nicolás se cuentan cientos de historias como ésta, especialmente narrando sus milagros y bondades para con la gente pobre.  Tal fue la admiración por él que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y la Lorena (Francia).  En otras palabras:  San Nicolás.

Esa tarde fría de noviembre me dirigí a la calle guiada por mi novio.  Por la calle principal del pueblo, pasaba un desfile con música, carros decorados con colores vivos y miles de Zwarte Pieten.  Los Zwarte Pieten iban alegres, bailando, jugando, dando dulces, sonriendo y saludando.  Los niños estaban como locos.  No sabían ni a donde ver, ni que decir y no se perdían absolutamente nada del espectáculo.  En eso lo ví:  El famoso Sinterklaas en persona:  Venía en un caballo blanco, saludando a todo el mundo.  Se miraba mucho más formal que Santa Claus por el traje de obispo.  También más alto y fortachón.  No era gordo como Santa Claus. La barba era blanca aunque también tenía el pelo largo. La barba era rizada y no esponjosa y suave como la de Santa Claus.

Después de ver el desfile y al dirigirnos a casa yo iba en silencio de la mano de mi novio.  Eso en mí no era nada normal.  El me preguntó: “¿En qué piensas?”  Y le digo: “ En qué voy a hacer con Santa Claus si tenemos hijos.”

El conflicto entre dos mundos sobre que tradiciones seguir se manifestó por primera vez frente a mis ojos.  Yo amaba con locura a Santa Claus.  Crecí con él.  Lo esperé con ansias por varias Navidades. Cantaba canciones de Navidad invocándolo en la terraza de mi casa y lloraba de la alegría al ver de que me había complacido con algún regalo que le había pedido (aunque nunca me trajo la Barbie que tanto soñé). 

En cambio Sinterklaas no era nada para mí.  Era un extraño vestido de obispo con unos ayudantes que parecían sacados de un hospital mental por estar extremadamente entusiasmados.

Lo que más me preocupaba era lo que le iba a enseñar a mis futuros hijos.  Sólo de pensar en ello me dolía la cabeza.  Pasé días y días con la angustia de lo que iba a hacer sin llegar a un veredicto que me satisfaciera.  Al final decidí que no me iba a torturar más. Cuando se llegara el momento, tomaría la decisión junto con mi pareja.

Mientras tanto tenía que asimilar la existencia de Sinterklaas en mi vida.  Pero sobre todo de los Zwarte Pieten.  ¡Eso si que iba a estar duro!

Me recordé de que el invierno ya vendría...  ¡Al carajo con Sinterklaas y Santa Claus!  ¡Tenía un problema más grande!