Recuerdo cuando vivía en Guatemala y cuando recién empecé a trabajar ganaba
Q.600 (USD$76.55) al mes de salario. Con
ello apenas podía pagar una habitación de alquiler y la comida del mes. No me alcanzaba para nada más. Entonces cuando sucedían emergencias tenía
que recurrir a mi madre, padre o tío que viven en los Estados Unidos para que
me socorrieran. No lo hacía
seguido. Era solo cuando de verdad
estaba en apuros.
Con el tiempo encontré mejor trabajo y ganaba por encima del salario
estándar. Pero aun así, el salario no me alcanzaba. O al menos eso creía yo. Recuerdo que iba cada semana al salón de
belleza a hacerme el cabello y las uñas, que iba casi todos los medio días a
comer fuera y a buenos restaurantes y vivía en una buena zona de la ciudad. Pero en esta época sí que no pedí dinero
prestado. No lo consideré justo para mi
familia que vivía en el extranjero.
A mí nunca nadie me enseñó a ahorrar o a hacer un presupuesto mensual. Vivía como podía. Eso es algo que hace la mayoría de guatemaltecos
que vienen de clase baja o media.
En Guatemala se tiene la creencia que los que viven en el extranjero están
bien, que ganan mucho dinero pero sobretodo que como están en buena posición
tienen la obligación de ayudar a sus familiares (o amigos) que dejaron atrás. Una de las principales fuentes de ingresos
para Guatemala son las divisas que las personas que viven en el extranjero envían
a sus familiares. En promedio se reciben
alrededor de USD$400,000 al mes en divisas extranjeras.
Cuando vine a vivir a Holanda me di cuenta que si uno quiere vivir bien,
tiene que trabajar mucho y duro. Y no es
que uno venga al extranjero y ya tiene todo listo para empezar. Uno tiene que ver cómo sobrevivir y salir
adelante. Yo recuerdo que cuando salí de
Guatemala dejé un súper puesto en una empresa de telecomunicaciones
internacional y cuando vine acá mi trabajo consistía en limpiar 50 baños al
día. Hice de todo, desde limpiar baños
hasta oficinas, habitaciones de hotel, casas de ancianos, etc. Yo odiaba los trabajos de limpieza y me decía
que para un trabajo así mejor me hubiera quedado en Guatemala. Pero a pesar de limpiar esos 50 baños vivía
mejor que en Guatemala. Era un paradigma
que yo no lograba entender.
Empecé a buscar trabajo de oficina y no encontré en los primeros tres años
que estuve viviendo en Holanda. Y es que en esa época (12 años atrás) no había
muchos Latinoamericanos viviendo en
Europa. Como este es un país
primermundista, se tenía la creencia de que a nosotros no nos educaban o que la
educación estaba por debajo de los estándares europeos -cosa que puede ser
cierta- pero tampoco es que no podamos ni encender o apagar una computadora.
Así que limpiando baños o haciendo trabajitos como de bar tender o camarera
sobreviví mis primeros años en este país.
Recuerdo que empecé a recibir cartas de familiares, con los cuáles no había
tenido mucho contacto en Guatemala y entre todo me contaban sus necesidades de
dinero y si les podía enviar dinero.
Algunos familiares se ponían dramáticos y me contaban de enfermedades
graves y/o problemas monetarios extremos.
Y así iba mandando dinero a diestra y a siniestra. Hasta que un día me sucedió algo que me abrió
los ojos. Un familiar me pidió dinero
como ya lo había hecho en varias ocasiones anteriores. Yo tenía mi dinero muy contado porque me
acaba de mudar de casa. Pero este
familiar me puso la cosa tan dramática diciéndome que no tenía ni para comer
que honestamente le envié dinero que iba a servir para mi comida con tal y de
que esa persona pudiera comer también. Unas
dos semanas después estaba hablando con la hermana de este familiar y me dice: “hiciste
muy feliz a mi hermana con el dinero que le enviaste. Pudo ir al concierto de Bon Jovi que era su
mayor deseo”. Se me cayó la quijada al
suelo cuando me enteré del verdadero destino de mi dinero. Otro familiar en otra ocasión dijo: “es que
los que viven en el extranjero tienen la obligación de ayudarme porque yo soy
una persona incapacitada”. Este familiar
tenía pareja con buen trabajo y dos hijos que podían ayudarlo económicamente.
También está la costumbre que cada vez que voy a Guatemala de paseo o me
ofrecen un negocio para que yo invierta dinero o me piden dinero prestado. Hasta tengo un familiar que me roba el dinero
si me quedo en su casa. Si los invito a comer me llevan a los restaurantes más
caros. Lo que esta gente no se pone a
pensar es que para yo ir a Guatemala me he sacrificado ahorrando por un año,
tratando de no salir ni hacer nada fuera de lo común. Tampoco se ponen a pensar de que yo también
tengo deudas, que yo también a veces paso penas de dinero y que yo a veces
también tengo que pedir dinero prestado cuando ya estoy hasta el cuello. ¿Acaso me van a ayudar ellos o devolver algo
del dinero que les he prestado?
Por todo esto decidí un día de que solo iba a ayudar a la gente que yo
quiero. Hay gente a la que quiero mucho
y no anda pidiendo dinero. A esa gente es
a la que me gusta ayudar.
Yo conozco personas que gastan más dinero de lo que tienen. Es una necesidad e impulsividad constante la
de estar comprando cosas y después no tienen ni para comer. Estaba buscando si eso de prestar dinero era
una manía o una enfermedad y encontré este artículo interesante que se llama Testimonio de un Deudor
Volviendo al tema, me gustaría que esas personas que prestan dinero a
familiares o amigos que viven en el
extranjero se pusieran a pensar que a nosotros también nos cuesta vivir. Que nosotros también tenemos que sudar lo que
ganamos. Que si bien es cierto que vivimos
mejor, así mismo es cierto que nuestros gastos son mayores: los alquileres por
las nubes, los alimentos básicos caros porque la mayoría son importados y si
tenemos niños los gastos que conlleva pagar la guardería y todas las
necesidades de ellos. No es fácil vivir aquí.
Uno vive contra reloj, con stress y si uno no camina para adelante con
los demás, uno no está en nada.
Decidimos vivir en el extranjero para tener una mejor vida para nosotros
mismos. No para tener la obligación de
ayudar y darles mejor vida a los familiares o amigos que dejamos atrás.
Hay que aprender a hacer un presupuesto, a amarrarse los pantalones y vivir
con lo que se tiene. Y si no se puede
pues ¡a emigrar!
Apreciada Silvia,
ResponderBorrarExcelente texto. Duro pero real, muy real, necesario para que nuestra familia se de cuenta de que no "cagamos" dinero en europa.
Un gran saludo desde Suiza!
Remo de Lopez
Alguien tenía que decir algo al respecto mi estimado Remo! Un abrazo y graciaas por leerme.
BorrarYa lo lei.......y viviendo en el extranjero, es como leer algunas de mis historias, aunque hay personas que realmente si viven la necesidad de pedir ayuda, al contrario hay otras que se las dan de lujos y al final del mes no tienen ni 5 centavitos. Mi mama siempre nos dijo "Asi como va el son va el bailado" o "Tapemonos hasta donde nos alcanza la sabana", eso quiere decir si gano Q1,000.00 no gastaria Q2,000.00. Talvez es necesario hacer un presupuesto y cumplirlo.
ResponderBorrarExactamente! Creo que en los países Latinos lo que hace falta es educación de manejo de dinero y responsabilidades monetarias. Saludos y gracias por tu comentario.
BorrarDe acuerdo contigo. Aunque no me ha pedido dinero prestado, al menos no mucha gente, se creen que uno lo tiene muy facil aqui, cuando no tienen ni idea de que nos rajamos!
ResponderBorrarMe gusta eso de "al menos no mucha gente" conclusion: ya te pidieron dinero prestado. ;p
BorrarMuy bueno Silvia Titus, es la realidad que vivimos muchos que buscamos un porvenir mejor.. :/ y sii le ha pasado a muchos como un dia me dijo mi madre, ni que con pala hayas venido a recoger el dinero y fueran costaladas de billetes que tenes guardados :( es bien duro y dificil, el trabajo en el extranjero nada comparado con lo de nuestro pais.. como diarian unos aki en el extranjero si no trabajas no comes, y si no hay se le busca si no se le rasca haber de donde sale... muy buen articulo, te felicito!! DIOS te bendiga, y te siga dando sabiduria para escribir mas, sobre lo que muchos deben saber, y otros callan x temor a ser rechazados.. cuidate mucho..
ResponderBorrarGracias Xikita, mi intención es hablar claro y pelado de las cosas que se callan pero que son parte de nuestra realidad. Un abrazo y gracias por leerme.
BorrarYa no envíes dinero. Mejor compra una entrada para el concierto de PIXIES que viene en octubre a Ámsterdam.
ResponderBorrarRemo de López
Y quienes son los Pixies? jajajajaja
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