Cuando estábamos
experimentando la “primera vez” con mis amigas nos contábamos cómo fue y todas
tuvimos una primera vez distinta. Pero
los sentimientos fueron los mismos:
nervios, inseguridad, ansiedad, no saber si lo vamos a hacer bien por la
inexperiencia, pensar que éramos delgadas o gordas y que eso importaba
mucho.
El hecho de
desnudarnos delante de un hombre por primera vez nos hacía sentirnos
vulnerables o con vergüenza. Y eso hacía
que retrasáramos más esa primera vez.
Para mi
primera vez, fueron varios intentos antes de que en realidad sucediera. Tenía mucho miedo. Miedo a que me doliera, miedo a no saber que
estaba haciendo, miedo por todos los miedos que me inculcaron (“Te vas a quedar
embarazada”, “El se irá de tu lado”, “Te desangrarás hasta morir”). No sabía que esperar la verdad. Pero mientras más tiempo pasaba con Ronaldo*
más quería estar con él íntimamente. En
realidad no estaba enamorada de él pero quería que él me quitara la virginidad no
sé por qué. Antes de la primera vez nos
besábamos efusivamente, me tocaba acá y allá delicadamente y yo me quedaba sin
aliento. Lo deseaba. Quería estar con él.
Luego
trasladamos esos encuentros a la cama.
Nos desnudábamos y cuando él intentaba penetrarme me dolía tanto que le
decía que parara. El pobre se quedaba
frustrado. Hasta que un día dije “¡Ya
basta de pendejadas! ¡Hoy será el día!”.
Recuerdo que era un 14 de febrero cuando yo decidí darle mi virginidad a
Ronaldo. Como sabía que iba a doler, le
dije: “¡dale con toda la fuerza!” y yo me puse una almohada entre los dientes
para aguantar. Dolió, si que dolió. Pero me gustó. Era un dolor cálido, un dolor diferente.
Lo malo fue
cuando nos levantamos de la cama y vimos un gran charco de sangre. Lo había hecho en la
cama de una de mis mejores amigas. Ella se había ido de viaje y me
había dejado el apartamento. Tuve que
lavar las sábanas y lavar el colchón. La
mancha del colchón jamás se quitó. Le di
vuelta para que ella no lo viera, al menos por un tiempo.
Una de mis
amigas me contó que para ella fue sin dolor, sin sangre, inclusive hasta creía
que todavía era virgen por ello. Para
otra amiga hubo dolor pero no sangre en el momento. Pero a los siguientes días tenía sangre como
que si le hubiera venido la menstruación.
El
sentimiento después de hacerlo es grandioso (si uno lo hizo a voluntad). Uno de mujer siente que ya dejó la
adolescencia y que a partir de ese día es una mujer de verdad. Al hace el amor con frecuencia uno de mujer
nota cambios físicos. Nuestros cuerpos
son más curvos, más de mujer.
Tuve la
oportunidad (y el honor) de ayudar a un par de hombres a perder su
virginidad. Yo no era la gran experta en
el tema todavía pero si tenía un poco de experiencia. Para los hombres también hay sentimientos de
miedo, inseguridad, nervios, de no saber que va a pasar. Aunque yo siento que los hombres son más
decididos al momento de querer perder la virginidad. Recuerdo a uno de ellos tener mucho dolor y al
otro no.
Las
experiencias son diferentes, dependiendo de cada persona. Pienso que la manera de manejar los nervios,
ansiedad y miedos es clave para tener una primera vez placentera. Así que los consejos de Kutz para la primera
vez son los siguientes:
1. Buena comunicación con tu pareja: Los dos tienen que considerar los
sentimientos de la otra persona. Aconsejo
paciencia y no forzar nada. Puede ser
una experiencia inolvidable si los dos ponen de su parte.
2. Infórmate: Investiga sobre el cuerpo humano y qué es lo
que va a suceder: ¿Sabes que es el himen? ¿Sabes que sucede si no estás circuncidado? ¿Qué reacción tendrá tu cuerpo al momento de la penetración? ¿Sabes cual es la mejor posición para la primera penetración? ¿Qué sucederá con tu cuerpo después? Estos son conocimientos elementales e
importantes que debes tener antes de hacerlo por primera vez. En la internet hay muchas fuentes de
conocimiento al respecto (puse unos links de apoyo al final de este escrito).
3. Está segura (o) de lo que vas a
hacer y con quién: No es de perder la
virginidad con la primera persona que te lo pide, ni hacerlo solo porque tus
amigas (os) ya lo hicieron, o porque ya estás mayor. Es con quien tú quieras y cuando tú quieras. Nadie puede tomar esa decisión por tí. Yo no voy a discutir con respecto a la edad,
religión o principios. Esos temas o ya
se los han inculcado sus papás y sus líderes o los pueden leer en la
internet. Yo lo único que quiero es que
estén conscientes y seguros de con quién lo quieren hacer y cuándo.
4. Protección: ¡Protección! ¡Protección! ¡Protección! Aunque uses anticonceptivos es necesario tener
lubricante y condones. Y aunque decidas hacerlo sin condón siempre protegete
con cualquier método anticonceptivo. No
querrás quedar embarazada o dejar a alguien embarazada cuando recién estás
descubriendo qué es el sexo. Si tu
pareja es experimentado (a) mejor usar condón.
Nunca sabes con quién se ha acostado esa persona. A menos que esa persona se haya hecho exámenes
para enfermedades venéreas o el SIDA y te pruebe que no tiene nada. Si cambias de pareja antes de entablar
relaciones sexuales aconsejo que los dos se hagan exámenes para enfermedades
venéreas y el SIDA. Si tu pareja es
temporal siempre usa condón. No olvides
consultar a tu medico por cualquier circunstancia y para aconsejarte sobre el
mejor anticonceptivo.
5. Tómate tu tiempo: Puede ser que al primer intento no funcione. Tómate tu tiempo. No te estreses. Nos ha pasado a muchos. Es normal.
Pueden empezar poco a poco, con besos, caricias, descubriendo lo que le
gusta a cada quién. Cada persona es un
mundo y lo que le gusta a uno no le gusta al otro así que no asumas que porque
te gusta que te besen en el oído a él o a ella también. Descubran y exploren juntos su cuerpo.
Con buena comunicación puede ser una experiencia divertida y placentera.
6. En cualquier momento es válido decir
que NO: Si no te sientes cómodo (a), si
tienes dudas, si te dio miedo, si te arrepentiste, por cualquier motivo es
válido decir que no. Por eso te
recomiendo que analices bien lo que puse en el punto número 3. Si tomas la decisión consciente y bien
pensada tendrás menos dudas o motivos para no hacerlo. Este tipo de decisiones no se toman a la
ligera.
7. El Lugar: Tienes que sentirte bien en donde lo hagas
por primera vez. Busca un lugar donde
puedan estar tranquilos y sin interrupciones. Preferiblemente si es un lugar donde te sientas
cómodo (a). Puedes hacer del momento
inolvidable con música suave, velas y a lo mejor usar incentivos como un aceite
para masajes, pluma o juguetes sexuales.
8. Relájate: El hecho de que estés nervioso (a) y estresado
(a) hace que tus músculos se tensen, por lo tanto te dolerá más de lo
necesario. Relájate. Déjate llevar. Puede dolerte menos y ser algo más placentero
si tan solo te relajas. Puedes tomar un
baño de burbujas con tu chico (a) antes de hacerlo o darse un duchazo de agua
caliente. Eso ayuda a relajar. Si eres
mayor de edad una copa de vino también ayuda (pero no se trata de emborrachar).
9. Risa: Van a haber lugares donde seas tocado (a) que
te hagan reir. Puede ser que los nervios
también te hagan reir. Es normal y no es
nada malo. Si los dos rien, la risa puede ayudar a relajar. No te sientas mal por reir. El buen humor y el sexo puede ser una
combinación maravillosa.
10. Después de hacerlo: Después de hacerlo aconsejo besos y
abrazos. Quedarse un rato en la cama
relajados dejándose llevar por lo que sienten.
Experimentarán nuevos sentimientos y nuevos deseos. Los invito a que los reciban y los gocen
juntos. Vendrán más veces de hacerlo
pero esta primera vez siempre se guardará en sus memorias.
*Nombre
ficticio.
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