jueves, 27 de febrero de 2014

Todos tenemos una boca que alimentar... ¡ y un culo que limpiar !




Venezuela está pasando por un periodo duro en estos momentos.   Como dice el artículo del periódico El País  La soledad de los estudiantes venezolanos: ”La mayoría de los estudiantes de Venezuela no tiene memoria de otro regimen que no sea el Chavista, y no quieren envejecer con él”.  Las marchas de protesta se han extendido por días y no parecen cesar pronto.

Los problemas de Venezuela son varios:   La inflación es una de las más altas del planeta.  Según cifras oficiales en 2013 alcanzó un 56.3%.  El poder adquisitivo de la gente se reduce día a día y los precios nunca se mantienen estables.  En el año 2003 el Presidente Hugo Chávez impuso el sistema de control de cambio de dólares con el que buscaba evitar la fuga de capitales del país y controlar el precio de los alimentos básicos.  Los venezolanos que necesitan dólares para viajar al exterior o importar tienen que dirigirse a una agencia estatal donde los pueden comprar a una tasa impuesta por el gobierno.  La cantidad de dólares a esta tasa es restringida, pero la demanda es alta.  Es por eso que hay un mercado negro de dólares. 

La tasa de cambio en el mercado negro es diez veces más alta que la de la agencia estatal.  Los venezolanos calculan su costo de vida a partir de la taza del mercado negro.  Muchos comerciantes compran dólares en el mercado negro para poder importar así que cobran precios muy altos para obtener ganancias. 

Aparte la producción nacional de bienes básicos no suple las necesidades de la gente (o sea, la demanda), así que Venezuela depende de las importaciones.  Si las compañías no pueden comprar dólares, tampoco pueden importar. Mientras el gobierno acusa a los comerciantes de boicotear el sistema, en realidad es que producir e invertir en Venezuela no es un negocio rentable. ¿Cuál es resultado de todo esto?  la escasez .

Así que por la falta de divisas, la escasez, la quiebra de empresas, la alta demanda y los precios altos, la inseguridad se ha vuelto un problema grave en Venezuela. Según el artículo Venezuela cerró 2013 con récord histórico de homicidios al término  del 2013 se registraron 24,763 muertes violentas (unas 79 muertes por cada 100 mil habitantes).

Tampoco hay división de poderes. Los cinco poderes del estado (Legislativo, Ejecutivo Nacional, Judicial, Electoral y Ciudadano) están en manos del gobierno y ninguno de ellos actúa parcialmente, cuestionando así la legitimidad de la democracia Venezolana.  

Por eso en las urnas no se le puede plantar la cara al gobierno Chavista y solo queda la calle.  

En el 2013 Venezuela abandona el sistema interamericano de los Derechos Humanos y así la garantía de los ciudadanos Venezolanos ha quedado en el limbo (se puede leer sobre esto en el artículo Venezuela abandona el sistema de derechos humanos interamericano).

Después de leer estas causas se entienden las protestas.  El pueblo ya está cansado y necesita un cambio urgente e inmediato que ayude a la mejora del país. ¿Que busca la oposición?  Retirar al Presidente de su cargo por “revocación popular del mandato” o sea, que su permanencia en el poder se decide por medio de un referendum.   

El líder de la oposición, Leopoldo López, fue acusado de empezar las protestas y él mismo se entregó a la justicia para calmar la situación.  Se han registrado varias muertes por enfrentamientos entre la oposición y los Chavistas (no hay numeros oficiales por el momento).  Después de la detención de López la oposición convocó a una movilización pacífica pero los enfrentamientos no cesan.   Se ven por las calles tanquetas, antimotines, bombas lacrimógenas, motorizados, etc.  

La información que sale de Venezuela es controlada por el gobierno y se pueden leer artículos completamente opuestos:  unos acusando a la oposición completamente y otros acusando al gobierno (estos últimos desaparecen en pocos días).  Cada quién tiene que sacar sus conclusiones de la situación.  La fuente de mayor información de parte de los opositores que están en la protesta es Twitter.  Ahí ponen fotos, frases, acusaciones, confirmaciones y videos que son retwiteados por varios usuarios casi simultáneamente.   El mismo día o en los siguientes días son bloqueados de distintas maneras.  Acusan del bloqueo al gobierno. 

También se sabe de varios periodistas internacionales que son acosados, amenazados y que su equipo es destruído o los hacen borrar grabaciones.   

Los gobernantes de los países Latinoaméricanos han guardado silencio  y se han mantenido al margen de la situación. Algunos ex líderes, artistas y profesionales han expresado su opinion respecto a la situación por distintos medios pero han sido pocos.  Venezuela en estos momentos está prácticamente sola.

Yo decidí apoyar una protesta convocada por el movimiento S.O.S. Venezuela el pasado sábado 22 de febrero en Museumplein, Amsterdam.   Habían mas o menos unas 200 personas.  Me informaron que se convocaron varias marchas en otros países europeos y Estados Unidos.   Tomé varias fotos que comparto en este artículo y he de decir que sentí el dolor y la angustia de los venezolanos que viven acá ya que sus familiares y amigos están allá y la situación está grave en todos los aspectos.  Compartieron conmigo varias historias que me hicieron ver que no hacía mal con haber ido a apoyarlos en la protesta.

Al día siguiente puse algunas de las fotos que tomé en Twitter y copié al movimiento de Anonymous en Venezuela.  Ellos compartieron las fotos con sus seguidores y en pocos minutos las fotografías fueron retwiteadas viralmente.  Sentí que con ese granito de arena colaboraba a tan impactante movimiento de un país que no es el mío pero con el cuál decidí solidarizarme.

Lamento mucho la actitud de mis propios paisanos.  La mayoría piensa que con ser solidaria con Venezuela estoy traicionando a mi propio país y que no me preocupo de él.  Que ya no me importa.  O como me dijo alguien:  “Preocupate por la mierda de tu propio país y deja a los demás que se maten entre sí”.  Los venezolanos que viven en Guatemala también hicieron una protesta el sábado 22 de febrero frente al Palacio Nacional de Guatemala.  Me dio asco ver los comentarios de mis compatriotas al respecto. Si no van a apoyar, mejor quedarse callados.  Me hicieron sentir avergonzada y estoy segura que ni saben la mínima parte de lo que le sucede al pueblo venezolano.  Espero que comprendan mejor la situación con este artículo.

Yo espero que con las protestas, que continúan, logren su propósito y sean un ejemplo para el resto de Latinoamérica.  Los apoyo desde acá, con este artículo que no es mucho, pero al menos que sirva para concientizar a nuestros hermanos Latinoamericanos en especial a mis paisanos.  ¡Arriba pueblo venezolano!  No están solos. 






jueves, 20 de febrero de 2014

Mi experiencia con el Speed Dating (Citas Rápidas)






Era el 13 de febrero cuando recibí una llamada teléfonica de mi amigo Carlson:  “Silvia  ¿Cómo estás?  Quiero pedirte un favor.   Estoy organizando un Speed Dating (Citas Rápidas) para mañana pero no hay suficientes chicas solteras. ¿Me puedes hacer el favor de venir? ”.  

La sorpresa de que mi amigo me pidiera algo tan peculiar pero más de que en un evento como ese hubieran más chicos interesados que chicas me hizo decirle que si.  De todas maneras ya tenía planeado asistir a una Fiesta de Máscaras que mi amigo estaba planeando para esa misma noche.  ¿Qué perdía con llegar más temprano y ver a los solteros que estaban dispuestos a tener una cita con una chica soltera?  

Al siguiente día -el Día de San Valentín- llegué 10 minutos más tarde que la hora prevista pero a pesar de ello era la primera persona que estaba ahí.   Me dieron un número para ponérmelo en la ropa a la vista (No. 1) y me dieron dos papeles.  En un papel había un listado de posibles preguntas que le podía hacer al chico entrevistado como: “¿Qué te ves haciendo en 5 años?,  ¿Si tuvieras 6 meses de vida que harías?, ¿Tres palabras con las que te describiría tu mejor amigo?”.  En el otro papel teníamos que indicar nuestro nombre, teléfono y correo electrónico. Abajo, habían números del 1 al 25 y a la par había un “No” y un “Si”.

Empezaron a llegar más hombres y mujeres y me quedé observando el panorama. Tanto los  chicos como las chicas pasaban los 30 años.  Se veían todos profesionales, inteligentes, bien vestidos y más de alguno (a) se veía tímido (a) o inseguro (a). Me presenté con algunos pero la mayoría prefería no hablar mucho.   Algunos estaban observando el panorama como yo pero la mayoría se escondió detrás de sus teléfonos pareciendo muy ocupados.

Caminé por el lugar y este fue el primer cartel que vi.

                                                  Se lee:  No me toques

Me dio risa porque el mensaje no concordaba con lo que supuestamente haríamos en el Speed Dating.   El lugar estaba lleno de mesas pequeñas con dos sillas en cada una.   Habían adornos  y globos de color rojo y blanco por todos lados y un DJ que ponía música de ambiente suave.  Me dirigí al bar a comprarme una bebida para agarrar más fuerza.  En el momento que iba a pagar, me di cuenta que las manos me temblaban de los nervios.  La verdad eso es algo insólito en mí pero lo que me ponía nerviosa es que sí habían buenos prospectos.  Quería quedarme con uno de ellos.

Hablé con una chica parte de la organización y me contó que estaba preocupada porque hacían falta chicas.  Que si no venían a tiempo entonces iba a incluirse ella misma en el Speed dating.

Después de una larga espera uno de los organizadores me indicó dónde sentarme.  Empezó a colocar hombres y mujeres en sus respectivos lugares en las distintas mesas.   El primer chico que me tocó era un holandés llamado Jeroen.  Me contó que al igual que yo, tenía un blog, pero el blog de él era exclusivamente de citas en Amsterdam.   Me pareció interesante.  Jeroen estaba tan nervioso que botó mi copa de vino al suelo.  Rápidamente limpió y me fue a comprar otra.  Yo me reía de escucharlo tartamudeando nervioso. Estuvo hablando conmigo por más de 10 minutos ya que oficialmente no empezaba el Speed Dating.  Me contó que le gustaba mucho la cultura Latina y que su sueño era mudarse a Latinoamérica.  Que le gustaba bailar Tango y que quería aprender a bailar Salsa.  

El organizador habló por el micrófono y nos hizo callar a todos.  Nos dijo que teníamos 3 minutos para hablar con la primera persona que teníamos en la mesa.  Que después de los 3 minutos los hombres tenían que moverse a la siguiente mesa para hablarle a la chica con el siguiente número.  Eramos en total 17 chicas y 17 chicos y todos teníamos el número que nos tocaba en un lugar visible.  Me pareció extraño que después de que hacían falta chicas, uno de los organizadores varones tuviera que, a última hora, incorporarse a la última mesa ya que hacia falta un hombre.

Cuando empezó oficialmente el Speed Dating, Jeroen y yo ya no teníamos mucho de que hablar.  No recuerdo que pendejada le pregunté para matar el tiempo.  Pasados los tres minutos se cambió rápidamente a la siguiente mesa.  Hablé con chicos de Curaçao, Holanda, Austria, Estados Unidos, Bulgaria, Alemania, Italia y Francia.  Algunos de ellos eran amigos entre sí.  Yo improvisé las preguntas según el chico que tenía enfrente y según como quisiera que fuera la conversación. 

El chico más extraño fue un chico Alemán.  Tenía un gran grano en la nariz y la palidez de su piel contrastaba con lo rojo que tenía el rostro de lo nervioso que estaba.  Era tímido y creo que se había tomado varias copas porque cada vez que hablaba gritaba, se paraba de la silla o tartamudeaba.   Le pregunté: “¿Cuáles son tus pasatiempos favoritos?” y me contestó:  “No tengo ninguno.  Voy del trabajo a la casa todos los días”.   Mi hombre ideal, pensé yo.

Cada vez que un chico se iba a la otra mesa yo tachaba en el papel si “Si” o si “No”.  Como eran tantos y tan rápido, no me podia recordar del nombre de todos ellos así que decidí no aprendérmelos.  

Cuando terminó el Speed Dating, chequeo el papel y me doy cuenta que taché “Si” a 6 de ellos.  Dos de los chicos me gustaron realmente.  Uno de ellos era un holandés, abogado, guapo y simpático y el otro era un búlgaro que aunque era bajo de estatura era guapo y agradable.  A los demás chicos a los que les puse “Si” era porque eran simpáticos o agradables y me gustaría conocerlos más, pero no en plan romántico sino que en plan de amigos.  

Dimos los papeles a uno de los organizadores y luego nos prepararamos para ir a la Fiesta de Máscaras.  Nos pusimos las máscaras y nos trasladamos al lugar de la fiesta que se fue llenando cada vez de más gente.  Baile un rato con Jeroen, el holandés bloguero que bailaba muy bien, pero él estaba más interesado en una chica que era una turista que estaba de visita el fin de semana.

En la fiesta me enteré que casi la mitad de las chicas que estuvieron en el Speed Dating eran turistas que solo pasaban el fin de semana en Holanda.  Los organizadores al ver que no tenían suficientes mujeres salieron a la calle a ofrecerles dos bebidas gratis con tal de acompañarlos al Speed Dating.  Es por eso que al final habían más mujeres que hombres.

Después bailé con Philip, un austriaco super simpático y divertido pero un poco bajo de estatura aunque con muy buen cuerpo.  También bailé con Dominic, un americano que me daba la impresión de falsedad porque su sonrisa parecía la del anuncio Colgate de toda la vida:  dientes perfectos con la sonrisa perfecta. No hacía nada más que sonreir.  El búlgaro que me había gustado en el Speed Dating resultó ser un pedante y el holandés que me había gustado terminó la noche con una China.

En la Fiesta de Máscaras me di cuenta que habían más mujeres que hombres y que la competencia entre mujeres por quedarse con alguno era ruda.   Me dediqué a bailar, beber y divertirme y al final de la noche me fui a casa sola.

Cuatro días después recibí un correo electrónico de uno de los organizadores diciéndome que nos elegimos mútuamente con uno de los chicos y que su nombre es Philip junto con su correo electrónico.  La verdad es que no le tomé mucha importancia hasta que un par de horas después recibí un correo de Philip en el que me invitaba a salir.  No me acordaba quién era él.  Pensé que a lo mejor debería de hacer la cita, llegar y ahí ver quién era.  Total, si lo había elegido era por que era simpático. 

Luego me di cuenta que en el correo electrónico del cuál él me había escrito estaba también  su apellido.  Me metí en el Facebook a buscarlo y no me tomó mucho tiempo en encontrarlo.  Era el austriaco con el que había bailado.   Pensé:  ¿Por qué no?  y acepté la invitación.  Aunque sea bajo de estatura, quién sabe, talvez conquiste mi corazón.

martes, 11 de febrero de 2014

La Vida de Una Neosoltera






Hace poco mi amigo Alvarín compartió este artículo conmigo: Un nuevo estilo de vida: Los Neosolteros y sentí como que que veía la luz al final del túnel.

Desde hace dos años estoy soltera y no tengo prisa de encontrar pareja, o casarme, ni mucho menos tener hijos.   En el artículo que Alvarín me compartió se lee:  “El prototipo de soltera ha sido explotado a lo sumo (cine y TV), pero casi siempre gira en torno a la culiminación de esa soltería gracias al éxito amoroso, o a un fracaso  para levantarse e intentarlo de nuevo”.    

Cada vez que veo a amigos o familia que no he visto hace tiempo me preguntan: “¿Y ya hay alguien especial en tu vida?   ¿Seguro tienes un novio escondido verdad? “ o la típica “Deberías de pensar tener un hijo sola.  Los hijos son una bendición.  Yo sé que entonces serías feliz”.

Despues de leer el artículo de Los Neosolteros me sentí muy bien de saber que no soy la única “loca” que no tiene prisa en tener una pareja, casarme y tener hijos.

Pero eso no es de ahora.  No sé si a lo mejor por haber crecido con papás divorciados y conflictos entre familias pero yo veo la vida en pareja de otra forma:  Me gustaría encontrar a un hombre con el cuál compartir mi vida pero no me muero por casarme ni tener hijos.  Desde que era niña cuando escuchaba que mis amigas se querían casar de blanco, que hasta le tenían nombres a los hijos, etc. yo sabía que yo no quería tal cosa.  Si alguna vez me llego a casar, quiero que sea algo sencillo o algo loco (en la playa, en las Vegas con Elvis Presley, o en un globo).  

Lo de tener hijos me lo he pensado muy bien.  Muchas personas creen que uno de mujer tiene la obligación de procrear.  Que si uno  no procrea no es una mujer completa.  Me dicen “Es que nunca lo vas a saber si no tienes un hijo por ti misma”.   En únicamente dos años de mi vida quise tener un hijo.  Y lo intenté la verdad pero no funcionó.  Me alegro que no haya funcionado porque estoy segura que mi obsesión en esos dos años por tener hijo fue por que quería de esa manera salvar mi relación de entonces (inconcientemente).    

Hay mucha gente que no puede creer que no me esté muriendo por tener un hijo a mis 39 años.  La típica mentalidad “ya se te va el tren”.  La verdad es que ¿a dónde va el tren?  ¿y dónde compro mi boleto?  A mi de todas maneras me gusta viajar por avión.  

Acá comparto mi vida de Neosoltera para que vean que no me la paso tan mal ni solitaria como se cree.

Las ventajas de no tener pareja fija:  Las ventajas de no dormir con alguien todas las noches son varias: puedo estirarme en toda la cama y dormir en el lado que se me da la gana, puedo comer en la cama, nadie me quita las sábanas, puedo tirarme pedos entre las sábanas sin que nadie se moleste.  Cuando extraño a alguien en mi cama abrazo a la almohada y no hay problema (nadie dura abrazado toda la noche aunque me digan lo contrario).  De vez en cuando dejo a alguien que duerma toda una noche en mi cama.  Lo bueno es que le puedo decir que se vaya temprano por la mañana si ya me hartó o conservarlo más tiempo si me gusta mucho.

También puedo decidir a dónde ir de vacaciones sin que nadie esté diciéndome: “¿Otra vez a Guatemala?  ¡Vamos a otro lado!”.  Puedo comer comida sana, de dieta o chatarra sin que nadie me esté diciendo nada al respecto.  Puedo escuchar la música que quiero, ver los programas que quiero en la televisión, ver la película que quiero en el cine.  

Con respecto a los niños:  Tengo una infinidad de sobrinos “postizos” (hijos de amigos) de todas las edades.  Si algún día tengo la necesidad de estar con niños, voy y visito a mis amigos y juego con sus hijos.  No me despiertan por la noche y cuando comienzan a llorar los devuelvo a los papás.  No cambio pañales tampoco (¡hurra!).  Soy la tía Silvia que los hace feliz y los entretiene divertida porque tengo energía suficiente para ello mientras los papás se dan su descanso. 

Han habido pesonas que me han dicho que si no tengo miedo de llegar a vieja y no tengo hijos que cuiden de mí.   En realidad no.  He visto a muchos hijos mal agradecidos que nunca están al tanto de sus padres. 

He de decir que no he tirado completamente la toalla con respecto de tener uno.  Si se da en los siguientes dos o tres años de encontrar la pareja o el método entonces lo hago.   Una cosa de la que si estoy segura es que no quiero criar a un hijo sola y nunca he tenido la necesidad de tener uno.  Así que por ello no tengo prisa ni tampoco ando buscando desesperada.

Tengo vida social:  Exacto.  Tengo vida social.  Poco a poco veo a mis amigos que tienen hijos cambiar su vida completamente.  Algunos le llaman “sacrificio” y no se por qué.  Tampoco quiero averiguarlo.  Mucha gente me dice que yo ya no debería de estar yendo a fiestas. ¿Quién dice que no? ¿Hay alguna regla que prohíbe a la gente mayor de 35 años ir a fiestas?  No tengo hijos entonces tengo que entretenerme de alguna manera. 

Mi vida social de ahora no es la misma que hace 5 años.  Me dedico más a mis amigos. Voy a cenar, al cine, de compras, de paseo, etc.  con ellos.  Visito a los amigos que tienen hijos porque sino ya no los vería nunca.  

Ahora me doy el lujo de pasar un día o dos en fin de semana sin salir.  En esos días en casa me dedico a cocinar, a ver las series de televisión que me gustan, a escribir, a escuchar música y a descansar.

Salir de cita con hombres:  Estoy en una página en línea para buscar pareja.   Lo bueno de ello es que puedo escribirme varias veces con una persona y con ello ya sé de que va la cosa.  Algunos chicos de ahí solo están interesados en sexo y otros en algo más.   Depende de lo que quiero salgo con ellos. 

También estoy en varios grupos para conocer personas.  Estoy en un grupo de solteros, en uno para ir a restaurantes, en otro para ir a discotecas, en otro de fotografía y en varios de aprender a cocinar.   Así voy conociendo gente y a lo mejor de esa manera encuentro pareja.  

He decidido que no voy a estar con cualquiera solo para “no estar sola”.  No quiero un mediocre a mi lado cuando el hombre de mi vida puede estar buscándome.  Con paciencia encontraré al hombre de mis sueños.  Y si eso toma meses o años, no tengo prisa.

Vida Sexual:  Tengo una vida sexual activa.  ¡mucho más activa que cuando tenía pareja!  Tengo dos amantes fijos a los cuáles llamo cuando quiero.  Esto que acabo de escribir a lo mejor le parecerá chocante a la gente religiosa o tradicional pero es parte de la vida de una neosoltera. No es que los llame al mismo tiempo pero cuando uno no está disponible el otro si que lo está.  Yo puedo separar mis sentimientos de las necesidades corporales así que cuando llamo a uno de mis amantes nos dedicamos a tener sexo.  No niego que me he llegado a encariñar con ellos.  Ya llevo con uno casi dos años y con el otro uno.  Pero jamás pensaría en tener una relación con ninguno de los dos.  Primero porque son jóvenes (los dos tienen 26 años) y segundo porque al contarme sus cosas puedo saber que como pareja fija fracasaríamos ya que nuestros puntos de vista y vidas no son paralelos.  

Aparte de mis amantes puedo tener más de algún otro amante esporádico.  Tengo que decir que me cuido intensamente y tengo cada 6 meses un examen para enfermedades venéreas.  

Hago lo que me gusta:  Tengo la libertad de hacer lo que me gusta como viajar, escribir, leer, bailar, cocinar.  Tengo un trabajo fijo que me permite hacer todo ello.   Ultimamente he estado pensando en cambiar mi vida radicalmente e irme a vivir a otro país.    Tengo que hacer un plan concreto para ello pero es lo que quiero hacer.   Si encuentro a una pareja en lo que desarrollo el plan, le voy a poner al tanto de mi plan y espero que me acompañe.  Sino pues le digo adios y sigo con el plan.  

Me encanta mi vida:  No hay nada más bonito en la vida que despertarse por la mañana y despertarse contento.  Eso me pasa últimamente y me siento muy bien por ello.  Los últimos tres años de mi última relación me pasaba las noches en vela, llorando, preocupada.  Eso se quedó en el pasado y ahora tengo las riendas de mi vida.   Si encuentro pareja, quiero tener la misma sensación cada vez que me levanto por la mañana.   

Lo que más aprecio de mi vida es que he tomado decisiones difíciles en contra de lo que toda la gente me recomendaba porque solo yo sé lo que es mejor para mi vida.  Mucha gente confunde el hecho de estar soltera con estar sola.  Yo no me siento sola para nada.  Por ejemplo, para Navidad me la pasé rodeada de amigos y me sentí muy bien.    Tengo amigos en distintos países gracias a mis viajes.  Puedo ver a mi familia de vez en cuando pero mantengo comunicación con ellos seguido.  En fin, me siento satisfecha de mi vida y no la cambiaría por nada en el mundo.